Nuestro compañero Alan Sunderland, quien se encuentra en España, les envía la visión de un mexicano en esa nación, sobre la destitución de Javier Aguirre al frente del Atlético de Madrid, en una sección que esperemos sea recurrente.
------ Navegando por el Atlántico ------
Desde hace unos meses la noticia ya circulaba. Tarde o temprano tendría que caer. Y es que, ya es tradición en ese club. Es como una regla no escrita. Es como reafirmar su inestabilidad y olvidar a quien un día les regresó el nombre en Europa.
Aguirre dejó de ser el técnico de los colchoneros (pobre Carrillo, ni una semana duró en el banquillo). La directiva, después de tantos dimes y diretes, cesó a Aguirre del Atlético. La presión de su gente los llevó a la decisión. Sí, de aquellos que no tienen memoria y exigen resultados. De esos que pagan el boleto y salen perdiendo a pesar de no ser el torneo más importante que están jugando.
Dos años y medio duró Javier en el banco colchonero. Dos años y medio de altibajos, de logros, de triunfos, de cumplir objetivos, de llegar hasta lo más alto a dónde este equipo no había estado en hace ya muchos años. Y un mes de 5 derrotas que lo marginaron del banco. Pero que poca ma…nera de ver las cosas tienen en ese club.
Es cierto que Javier nunca había dirigido a un grande. Siempre tenía equipos pequeños y era lo que lo había formado realmente como técnico. La humildad, la sencillez, la sensatez y sobre todo el trabajar en equipo.
Llegó al Atlético y tenía un par de figuras. Después se multiplicaron al ver que el Atlético crecía. Que ya no era de esos de mitad de la liga. Llegaron los que sabían, los de experiencia, los que nunca habían estado a la orden de un capataz y creían saberlo todo. Ahí fue cuando se derrumbo el equipo.
Qué difícil es trabajar con cracks. ¿Qué les puedes enseñar? ¿Humildad? Muy pocos la saben manejar. ¿Compañerismo? La mayoría la sabe aparentar.
Pero aún así, Javier la tenía más difícil. Y es que hablando de netas: que poca la del Diego cuando metió cizaña en el equipo. Eso de sugerirle a su yerno dónde jugar cuando estás a la mitad de un torneo, no es de amigos. Eso de exigir ser titulares porque sí… tampoco es de cracks. En verdad que la tenía difícil Javier.
El Atlético de verdad que se aprovechó. Por qué no se esperaron a que empezaran los primeros partidos de Champions. Digo, la neta es que Javier tiene más experiencia que el ex portero que van a traer de entrenador. Y el Atlético tampoco está para arriesgar.
Neta que no “ma…nipulen” los medios. Ya quiero ver los desplegados de los periódicos en Madrid, cuando el Atlético quede fuera de la Champions. “Dónde estás Vasco”. Ya quiero ver las leyendas el próximo año, cuando el Atlético quede otra vez fuera de los torneos más importantes de Europa y sólo con la esperanza de quedar arriba de media tabla en la Liga.
Y es que desde la campaña de 98 el Atlético no tenía un entrenador que durara más de dos temporadas en el banquillo. La neta es que para como es el equipo y su directiva ya tocaba un cambio. Lástima que no se dieron cuenta a quien le cortaron la cabeza. Y cuando lo hagan, seguro Javier estará navegando por el Atlántico, decidiendo que oferta tomar. Que seguro la del Atlético ya no será.
Ahora llega, Abel Resino, un ex portero, será el sustituto de Aguirre. Con esto el Atlético regresa a sus andadas. Vuelve a su tradicional modus vivendi. Y ahora sí, Uy! Se las verá negras el Atlético, como diría algún sensato periodista.
Aguirre por ahora descansará. Muchas ofertas le llegarán. Pero lo más sano para él será disfrutar.
Aguas señor Erickson, pero más cuidado deberán tener De María y Compeán sino quieren que las Águilas les roben a un Mesías que espera la Selección.
Alan Sunderland
Aguirre dejó de ser el técnico de los colchoneros (pobre Carrillo, ni una semana duró en el banquillo). La directiva, después de tantos dimes y diretes, cesó a Aguirre del Atlético. La presión de su gente los llevó a la decisión. Sí, de aquellos que no tienen memoria y exigen resultados. De esos que pagan el boleto y salen perdiendo a pesar de no ser el torneo más importante que están jugando.
Dos años y medio duró Javier en el banco colchonero. Dos años y medio de altibajos, de logros, de triunfos, de cumplir objetivos, de llegar hasta lo más alto a dónde este equipo no había estado en hace ya muchos años. Y un mes de 5 derrotas que lo marginaron del banco. Pero que poca ma…nera de ver las cosas tienen en ese club.
Es cierto que Javier nunca había dirigido a un grande. Siempre tenía equipos pequeños y era lo que lo había formado realmente como técnico. La humildad, la sencillez, la sensatez y sobre todo el trabajar en equipo.
Llegó al Atlético y tenía un par de figuras. Después se multiplicaron al ver que el Atlético crecía. Que ya no era de esos de mitad de la liga. Llegaron los que sabían, los de experiencia, los que nunca habían estado a la orden de un capataz y creían saberlo todo. Ahí fue cuando se derrumbo el equipo.
Qué difícil es trabajar con cracks. ¿Qué les puedes enseñar? ¿Humildad? Muy pocos la saben manejar. ¿Compañerismo? La mayoría la sabe aparentar.
Pero aún así, Javier la tenía más difícil. Y es que hablando de netas: que poca la del Diego cuando metió cizaña en el equipo. Eso de sugerirle a su yerno dónde jugar cuando estás a la mitad de un torneo, no es de amigos. Eso de exigir ser titulares porque sí… tampoco es de cracks. En verdad que la tenía difícil Javier.
El Atlético de verdad que se aprovechó. Por qué no se esperaron a que empezaran los primeros partidos de Champions. Digo, la neta es que Javier tiene más experiencia que el ex portero que van a traer de entrenador. Y el Atlético tampoco está para arriesgar.
Neta que no “ma…nipulen” los medios. Ya quiero ver los desplegados de los periódicos en Madrid, cuando el Atlético quede fuera de la Champions. “Dónde estás Vasco”. Ya quiero ver las leyendas el próximo año, cuando el Atlético quede otra vez fuera de los torneos más importantes de Europa y sólo con la esperanza de quedar arriba de media tabla en la Liga.
Y es que desde la campaña de 98 el Atlético no tenía un entrenador que durara más de dos temporadas en el banquillo. La neta es que para como es el equipo y su directiva ya tocaba un cambio. Lástima que no se dieron cuenta a quien le cortaron la cabeza. Y cuando lo hagan, seguro Javier estará navegando por el Atlántico, decidiendo que oferta tomar. Que seguro la del Atlético ya no será.
Ahora llega, Abel Resino, un ex portero, será el sustituto de Aguirre. Con esto el Atlético regresa a sus andadas. Vuelve a su tradicional modus vivendi. Y ahora sí, Uy! Se las verá negras el Atlético, como diría algún sensato periodista.
Aguirre por ahora descansará. Muchas ofertas le llegarán. Pero lo más sano para él será disfrutar.
Aguas señor Erickson, pero más cuidado deberán tener De María y Compeán sino quieren que las Águilas les roben a un Mesías que espera la Selección.
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