La ciencia de la computación cumple con cada criterio para ser una ciencia, pero este enunciado tiene un problema de creencia infligido.
El hecho de que la ciencia se refiera a trabajar con leyes de la naturaleza y la computación trabaje sobre objetos humanos, no significa que la computación no pueda ser ciencia. Existen varios procesos de información naturales. Las computadoras, como herramientas, han ayudado a estudiarlos, implementar y predecir a dichos fenómenos naturales. Desde los años 1950, la computación ha estudiado los algoritmos que describen y transforman información. La pregunta que trata de responder la computación es: “¿Qué se puede automatizar eficientemente?”.
Los físicos explican el comportamiento de las partículas con procesos de información de quantums. Biotecnólogos explican el ADN como una información biológica codificada y estudian cómo algunas enzimas de transcripción leen y actúan sobre dicho codificación: modelos computacionales ayudan a estos procesos para ayudar a la personalización de terapias para distintos pacientes. Laboratorios de farmacéutica y de materiales crean moléculas a través de simulaciones computacionales de los procesos de información que envuelven a las composiciones químicas.
Se pueden encontrar diversos problemas científicos que estudia la computación, como ciencia, en diferentes áreas: en el área de computación, los problemas de algoritmos de optimización; en la comunicación, la compresión sin pérdida de datos, audio y video; en la automatización, límites de los sistemas expertos; en el diseño, ocultación de objetos e información. Estos problemas, si bien no ha resuelto estos y más problemas planteados por la misma naturaleza del mundo real, sí ha intentado su resolución mediante el mundo artificial.
“¿Qué pienso de la computación como una ciencia natural?”, me pregunto en un tiempo de reflexión. Los procesos de información y la computación continúan siendo encontrados abundantemente en las profundas estructuras de diversos campos. La computación, de hecho, nunca fue sólo una ciencia de lo artificial. Otra vez, físicos han hecho avances significativos en la computación cuántica y la criptografía cuántica. Richard Feynman, premio Nobel, se hizo famoso por demostrar que la electrodinámica cuántica era un método computacional de la naturaleza para combinar interacciones de partículas cuánticas. Incluso se ha dicho, en el libro “A New Kind of Science” de Stephen Wolfram, que la naturaleza está escrita en el lenguaje de la computación, contradiciendo el llamado de Galileo Galilei de que estaba escrita en el lenguaje de las matemáticas.
Los economistas analizan sistemas económicas por sus inherentes flujos de información. Los administradores laboran con flujos de trabajo y redes sociales como procesos de información fundamentales. Artistas y humanistas utilizan la computación para desde el análisis hasta la creación de nuevas obras. Hasta los políticos usan análisis sofisticados de datos sociales, propaganda computacional y blogging.
Una revolución científica nos espera con el tratado de la ciencia computacional como una ciencia natural, porque se estaría reconociendo el trabajo y esmero de la investigación de la computación en los procesos fundamentales de diversos campos. La computación ya no es sólo una ciencia de lo artificial, sino que es el estudio científico de procesos de información, ya sean naturales o artificiales.
La computación es un juego infinito, en donde entre más se juegue con él, crece el interés por jugarlo y seguir descubriendo los fundamentos de diversas ciencias para estimular el conocimiento y la ciencia en general.
Eumir Martínez
Colaborador de Concepto Radial
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