Tengo que aceptarlo, nunca pensé ver algo así en mi vida. Pensé que este tipo de imágenes sólo se veían en películas apocalípticas, esas donde lo que menos queda es esperanza. Eran alrededor de las 20:00 del día lunes 27 de abril en la tienda de Sam`s Club de Avenida Universidad; el estacionamiento era ya un infierno pues decenas de autos querían ingresar al interior del mismo. Después de media hora esperando encontrar lugar, la siguiente prueba fue encontrar un carrito para hacer las compras, era tanta la demanda que la gente literalmente seguía a las personas que salían para conseguir un carrito. Al interior de la tienda, una postal que espero no revivir en el resto de mis días: personas desbordando los pasillos, todas con un tapabocas en el rostro y con una mirada que denotaba miedo y confusión. Muchos anaqueles se encontraban ya vacíos, otros en vías de. La gente y comulgando con aquel sentimiento de solidaridad de los mexicanos se ayudaba una a otra, los hombres ayudaban a las señoras a cargar las grandes cajas de alimento, las mujeres se decían entre ellas la ubicación de algún producto en específico, familias se ponían de acuerdo para apartar un lugar en las interminables filas que abarcaban el largo de la tienda. La totalidad de las compras contenía en esencia los mismos productos: agua embotellada, latas de atún, frijoles, arroz, sopas, cereales, galletas, papel de baño y jabón; era como si estuviera viendo la víspera de la llegada de un huracán. Algunos se atrevieron a decir que este tipo de conglomeraciones se da también en las épocas decembrinas; sin embargo, esto era muy diferente, los rostros expresaban incertidumbre, casi no había risas o platicas animadas, era evidente que la preocupación era mucha. Ver esto generó en mí una mezcla de sensaciones; en primer lugar la incredulidad al contemplar un escenario abarrotado y a la vez tétrico, después la desolación al entender la gravedad del histórico evento que hoy vive el país, pero por otro lado también pude constatar la desinformación de la gente, elemento que puede resultar mucho muy peligroso.
Sí, el momento que vive México hoy en día es uno de los más complicados en la historia moderna. Sí, estamos al borde de una pandemia mundial y sí, todos en mayor o menor medida sentimos miedo.
Ahora hagamos justicia a la información; la vorágine que se vive desde el lunes en las tiendas de autoservicio vino de un rumor donde se afirmaba que la capital mexicana pararía sus actividades por completo, cerrando también las tiendas para
abastecerse. En realidad, en ningún momento se habló de cerrar las tiendas, sin embargo, la gente se apanicó y corrió a colmar estos lugares. Si bien estamos al borde de una pandemia, es preciso decir que la influenza porcina en voz del titular de la Secretaría de Salud, José Ángel Córdova, es una enfermedad curable y totalmente tratable. Señoras y señoras es válido tener medio, incluso es necesario sentirlo para no perder la cualidad de humanos, sentir es lo que nos hace reaccionar ante los estímulos del medio ambiente, sentir es lo que nos hace querer luchar por una situación mejor. Sin embargo, no caigamos en falsas paranoias, démosle el enorme peso que tiene a la información y cumplamos con las recomendaciones que ha dado el gobierno. México vive momentos difíciles, pero es precisamente con la madurez que demostremos en estos que lograremos crecer como nación.Si deseas saber más de esta noticia, da click en el link, donde el periódico la Jornada reportó desde varios supermercados de la ciudad.
Con imágenes e información de.-
La jornada
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Juan Pablo Espinosa,
El Chilaquil
Lunes, miércoles y jueves de 8 a 9 hrs por http://www.conceptoradial.com
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