Pareciera que lo peor de esta crisis ha pasado, pareciera que pronto volveremos a latan poca valorada, pero ahora muy apreciada normalidad. Y con esta vuelta a la normalidad resulta preciso cuestionar si las acciones realizadas por el gobierno mexicano fueron las correctas, a mi entender lo fueron contundentemente. En primer lugar se habla de la falta de prevención y preparación para una contingencia de esta magnitud, donde cabe resaltar que aunque existen procedimientos y reglas a seguir en este tipo de casos, al ser un nuevo virus resultaba por demás pretencioso vislumbrar su comportamiento si no se conocían a fondo sus características. De esta manera se tomó la determinación de parar la ciudad por completo, donde hemos de agradecer al destino la existencia de días feriados en una contingencia. Mucha gente, sobretodo los restauranteros reclamaron esta acción, sin embargo al poner la situación en perspectiva se tiene que considerar que la salud esta por encima de cualquier prioridad económica. Ante el riesgo de una pandemia, todas pero absolutamente todas las actividades deben de quedar relegadas en aras de la seguridad de toda la población. Tal vez en este momento no lo sopesemos, tal vez dada la proximidad del momento no se entienda la magnitud del momento que estamos viviendo; es por esto que debemos revisar el contexto histórico de la situación para darnos cuenta que México ha vivido días aciagos que esperamos no se repitan. El tiempo dirá que tan acertadas o no fueron las medidas de nuestro gobierno, que tan oportunas o no han resultado estas medidas en la salud de la población y sobretodo hasta donde repercutirá el brote que se le atribuye a México en el mundo.
Al hablar de prevención en el nivel estructural, tomo las palabras que hace unos días redactó el ex Secretario de Salud, el Dr. Julio Frenk para el periódico estadounidense The New York Times. En este escrito Frenk resalta la oportuna actuación del gobierno para de alguna manera prevenir a la comunidad internacional de la aparición de un nuevo virus. Además establece que desde 1980 el gobierno ha formado parte de un pacto internacional con países como EU, Japón y varios estados de la Unión Europea, pacto conocido como Global Health Security Action Group. Además narra como México había participado en un simulacro de la OMS pues tarde o temprano se esperaba un brote de este tipo, lo que cambio las circunstancias fue el surgimiento de un nuevo virus, situación que modificó varios de los protocolos.
Me parece que antes de juzgar, los mexicanos tenemos que aprender todo lo posible de la situación. Si es que queremos persistir como nación, es preciso que nuestra cultura cambie, que nuestras costumbres se vean modificadas en aras de una mejor higiene y sobretodo de un sólido sistema de salud. Por momentos un servidor llegó a pensar que el país se quebrantaba ante la impávida, desoladora mirada de millones de mexicanos que atemorizados enfrentaron esta situación. Enhorabuena al gobierno por el tratamiento de la situación hasta el momento, aprendamos de esto para que tengamos un futuro que proteger.
Juan Pablo Espinosa Díaz, para El Chilaquil
Si quieres saber más de lo que dijo Julio Frenk, da click en el link:
http://www.nytimes.com/2009/05/01/opinion/01frenk.html?_r=1&scp=1&sq=julio%20frenk&st=cse
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