Un pésimo arbitraje, jugadores que no fueron expulsados o amonestados en su debido momento y hasta penales no marcados quedan de lado porque a final de cuentas esa es la magia del fútbol, magia que tienen los Diablos Rojos del Toluca demostrando su fuerza y coraje para remar contracorriente en el partido de vuelta de la final del Fútbol Mexicano, que a diferencia de la ida, nos mostró a un Cruz Azul con mejor actitud dentro del terreno de juego, que llegó a ser por momentos mejor que el Toluca, empatando así el marcador global a 2.
Fue así como se llegó al tiempo extra, donde además de ver el cansancio en la cara de cada uno de los jugadores, también se vió que ambos equipos parecían apostar a la definición del título por la vía de los fatídicos penales.
Finalmente el campeonato se decidió después de 14 cobros de penalties, donde la suerte no volteó a ver al arquero azul Yosgart Gutiérrez, a pesar de que estuvo muy cerca de ser el héroe. Para el último cobro Carlos Vela hizo lo que cabalísticamente no se hace: golpear el balón antes de cobrar un penaltí. Y fue así como Cristante terminó deteniendo el balón, logrando la novena estrella de los Diablos Rojos.
Edgar Omar Ramírez Luckie
eorl87@gmail.com
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