La jornada pasada nos trajo partidos muy interesantes y trascedentes, ya que los problemas a los que se enfrentan los clubes faltando un tercio del torneo se comienzan a acrecentar, haciendo más evidentes los errores y debilidades; y muchas veces cuestionado los resultados que se suscitan casi de milagro.
De milagro o no, lo importante es ganar y seguir avanzando en la lucha que cada equipo este libando. Tal es el caso de la Maquina Celeste, que tras cuatro jornadas se lleva esos fabulosos tres puntos, que saben mucho mejor por lo que les representó; haberse ubicado en la cima de su grupo y tercero en la clasificación general. Logrando también poner en aprietos a los equipos del fondo del llamado grupo de la muerte, quienes no logran dar pasos firmes.
Ya sea que la victoria acarree la felicidad a los necesitados de puntos, o el premio a la constancia de los tenaces; lo importante es que ni en este ni en ningún otro deporte hay algo que se le parezca al glorioso sabor de la victoria.
Daniel Méndez
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