8 de marzo, Día Internacional de la Mujer

Imagen tomada de The Age.

Un 8 de marzo más, y una nueva oportunidad para recordar el motivo detrás de esta conmemoración. Hoy, Día Internacional de la Mujer y la Paz Internacional, fue hace mucho establecido oficialmente por parte de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, una conmemoración, que debe recordarnos la lucha de la mujer en busca de ese reconocimiento de la equidad de género y su participación en todo ámbito de la vida humana.

¿Pero por qué esa celebración? ¿Cómo era la vida de las mujeres en tiempos pasados?

El inicio de este tipo de celebración se remonta probablemente por ahí del siglo XIX, momento de la humanidad en la que nos encontrábamos frente a un evento de magnitudes infinitas: la Revolución Industrial. En este momento, las fábricas nacieron, y con ello, su crecimiento se fortalecería. La mano de obra de hombres, mujeres y niños, era algo que iba en aumento, y que irremediablemente, tendría consecuencias en el acontecer diario.

Hablando específicamente de las mujeres, podemos recordar como en países europeos el papel de ellas iba tomando latitudes importantes. La diferencia en cuanto a su contraparte masculina, era sin duda la diferenciación que se hacía en ellas al momento de hablar de un derecho laboral, jornadas extenuantes de trabajo, un pago menos decoroso en cuanto a su trabajo, además de una infinidad de discrimaciones que detonaron en una lucha organizada en busca de dignificar a la mujer.

A principios del siglo XX, un siglo lleno de revoluciones en el mundo, otro movimiento social se empezó a hacer notorio: los partidos de corte socialista. Es así, que en Europa y Estados Unidos, éstos, decidieron establecer un día anual de la mujer para promover la incursión de ellas al derecho al voto y demás reivindicaciones laborales que habían ido acumulándose. Esto, sucedió a partir del mes de mayo en 1908.

Con el tiempo, el apoyo socialista encontraría en las mujeres (más de la mitad de la población de muchos lugares), un movimiento que iba en constante aumento hasta llegar a la declaracipon del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, por parte de la alemana Clara Setkin, una de las más grandes luchadoras en pro de los derechos de la mujer.

A la mexicana.

En México la situación sería un poco más lenta, como en muchas otras políticas. en 1975 se realizó en nuestro país la I Conferencia Mundial sobre la Mujer, donde comenzaría la celebración de este día.

Sin emabrgo, eso no quiere decir que las mujeres hayan estado en ayunas, por llamarlo de algún modo, ya que desde finales del siglo XIX, las primeras sociedades conformadas por mujeres, empezaron a esforzarse por llegar a acuerdos que acabaran con la injusticia que venían sorteando desde muchos años atrás.

En plena época revolucionaria, se encabezaron esfuerzos estatales encabezados por hombres como Carrillo Puerto, Rafael Nieto y Salvador Alvarado, que empezarían a expedir leyes en favor de la más grande de las minorías. En 1917, por ejemplo, la Constitución Política concedía finalmente al hombre y a la mujer los mismos derechos en materia de garantías individuales.

Es así que de manera breve recordamos un poco a los hechos que dieron forma a este 8 de marzo, a casi cien años de su proclamación, como una buena excusa para detenernos y pensar qué tanto hemos avanzado en cuanto a los ideales que le precedieron. ¿Han habido cambios sustanciales? ¿Es la mujer de hoy mejor tratada a la mujer de ayer? ¿Tienen los mismos derechos y oportunidades una mujer de ciudad a una mujer de campo?

Reflexionemos, ya que finalmente ese es el fin de estudiar la historia. Pensar en qué momento nos encontramos con respecto al pasado, y sobre todo, qué podemos evitar para volver a caer en los mismos errores.

Enrique Figueroa Anaya

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